El derecho de sociedades en Colombia es, sin duda, una de las disciplinas jurídicas que ha experimentado mayores niveles de desarrollo reciente. Esa evolución ha sido el fruto de importantes esfuerzos, originados desde distintas órbitas. En los escritorios de diseñadores de políticas públicas se han concebido, en los últimos años, importantes reformas legislativas al régimen societario. Desde los nuevos despachos judiciales especializados se ha proferido un caudal de decisiones que le ha dado vida al derecho en los libros y que ha alineado nuestro derecho de sociedades con las principales tendencias comparadas. Y, naturalmente, no puede pasarse por alto la contribución que, desde la práctica privada del derecho, se ha hecho en el diseño de innovaciones societarias y de tecnologías jurídicas de gobierno corporativo.
Con la creación de este semillero de investigación—el primero de su clase en el país—los estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes se han propuesto enlistar decididamente a la academia en esa misión de desarrollar y enaltecer la disciplina societaria. Y es que la evolución óptima del derecho de sociedades solo se puede producir si, además de los aportes de legisladores, practicantes y jueces, existe una masa crítica de investigadores y pensadores, empeñada en contribuir a los debates contemporáneos societarios. Una masa crítica interesada en identificar los principales problemas vigentes de gobierno corporativo y proponer soluciones adecuadas.
Como director del Semillero, me parece particularmente halagüeño que este impulso académico sea eminentemente estudiantil. Sin duda—concebido, coordinado e integrado por mentes jóvenes brillantes—este grupo de investigación traerá a la mesa visiones renovadas que contribuirán significativamente a los viejos y los nuevos debates societarios.
Hace un poco más de 100 años Nicholas Murray, premio nobel y rector de la Universidad de Columbia, afirmó que las sociedades de capital son el invento más importante de la historia de la humanidad. Hoy sabemos que esto no era una hipérbole. Las sociedades son el mecanismo más eficiente para poner en conexión el capital y las ideas, para convertir ideas en bienes y servicios.
Sin embargo, en Colombia – y en la mayoría de América Latina – este mecanismo no funciona de forma adecuada. Nuestra bolsa de valores ha sufrido de una perdida de liquidez y una disminución de compañías listadas en los últimos años. Existe un déficit de recursos dentro del ecosistema nacional de capital de riesgo, tan necesario para financiar los emprendimientos de la región. Muchas ideas mueren sin capital para crecer, tal como una plántula muere sin agua. Y aquellas que logran sobrevivir, están destinadas a la desventaja competitiva frente a compañías que se financian en bolsas de valores activas.
Este semillero de investigación nace a partir de la creencia de que el derecho de sociedades es un medio para cambiar esta situación: un medio para cambiar la economía nacional, y con ello la vida de los millones de personas que viven en nuestro país. Una gran diversidad de estudios empíricos demuestran que existe una correlación entre las reglas societarias y el desarrollo de los mercados financieros. El derecho de sociedades es responsable de que funcione adecuadamente el mecanismo que conecta el capital y las ideas. Nuestro propósito es encontrar las diferentes falencias de nuestro régimen jurídico, e idear maneras de solucionarlas. Queremos cambiar el futuro de nuestro país al influenciar el futuro de la disciplina societaria. Como bien afirma nuestro director, los miembros de este grupo de estudiantes estamos enlistados en la lucha por el desarrollo de un mejor derecho de sociedades.